Leña quemada

Haces de luz, vegetal oceánico.

No duermo en la estela de la noche
ni en el hueco que hicieron las flores en mí
va y viene mi ruido por la ciudades
Las ausencias tienen forma de sombra
hieren
que matan
que pesan
que se desgarran
va y viene un ruido por las ciudades.

Me viene el ruido en la cima de la tarde
en la transparencia del desierto
un ruido como una quietud imprevista
un ruido que se transporta por todas mis presencias
casi por un color olvidado
un ruido que va por los álamos
un ruido que va por la marea  de la vida
un ruido que se va dejando una playa abandonada
crece como el polvo por las cosas abandonadas
pasan las horas, días y calendarios
y me suena ese ruido como algo invisible.
un ruido entre un verano y otro

haces de luz
vegetal oceánico
danzo con dos alas en una sala vacía

Aparece una luz por el envés del día
soy yo y mi ruido me inunda: ¿Qué día estaré solo?

He de brillar yo también hasta mi último día.

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