Nevíos y Sirones

Por ahí, entre la espera y la espuma

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Oscurece el vientre
de un equilátero, buscando un nido de agujas
y jos de humedades
y de intemperies: ¿estás en dónde?

por allá
en el hueso de la risa
o cuando el aroma cruzó el día
y te despeinó.

A pocos días de la libélula
tan opacos y semidulces
el jos de cuando se navega va y viene;
si tú estás en nevíos y sirones

si desde la placa de algún idilio
nos vamos dejando y nos desqueremos.

Ya ni te he visto
ni he reaccionado a la luna
ni a la especie de noche
que se da en la tierra de nos.
Qué nervios ahora ser una espada
de musgo o un tren de miradas
y necios oídos
y si en tal de cuál pos
y si allá de quién o de hora minúscula
si tú vaivén de tús y yoes
si detrás de algo de flor insecticida

de quién es la mía o la luna
si vamos por la lira y el espanto
acá yo pesado y mirada infarto
y me gasto en la pared y en el mar,
cruzo algo y alguien me desnuda.

Tos infante y letra V invertida
y amada y jos, pez
honra de un ovalo y un hueso de columna

mar de ti, de oro, de liy
algo que se venía venir y que se encandilaba
no me olvides de tú
ni de llama vespertina, 

ni alma yur,
te sigo por la espuma y la miel
y ahí, aquí, en la ho y en mi, un pro
de tal y cual, ni la misa de la risa ni de la rosa
en este opaco espacio
cosquilla de material, de la paz de mi...

no te me vayas por el verbo
ni la sonrisa ni la edad ni la religión
vente x, po, fri, un riesgo y un rizoma

ya ni el lenguaje me sirve para nombrarte 
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