y mis árboles bailan
se tejen las edades de tu niño y el mío
A este baile acuden tus dos manos extensas
tus dos ojos en favor de la brisa
de aquí se obtienen los dos grandes amores: la poesía y tú
y verte ahí, de pie, con tu sexo de horas
recibiendo el premio
qué favor más existe?
Tu ceniza existe fuera del lirio,
y tu boca pasará a ser mi frontera
lo sabías acaso?
Ceniza que busco con mis dedos en tus dedos
humo de carne que emana independientemente
fuego de cinturas descalzas y sin ojos
Mira el cielo, tus mejillas y las mías
las palabras se usan contra la nada y regurgitan premios
El viento silba para atrás
penetra en tu alma de alveolos
¿¡eres poesía, lo sabías?!